QUIEN EDUCA: PADRES O MAESTROS
ALBA
LUCIA CASTRO, psicóloga, MAYO 15 2015
El mundo está al revés o no? YO lo digo
porque antes los maestros eran nuestra primera autoridad en la sociedad, merecían
respeto, consideración y obediencia. Hoy para algunos es un sirviente más, a
quien se le mandan los hijos para que los cuide, los eduque y los promocione aunque
no sepan; si al niño va bien, es inteligente si le va mal, el maestro es malo.
Desafortunadamente, los chicos de ahora viven en un
mundo cargado de videojuegos violentos,
drogadicción, sexo irresponsable, materialismo, facilismo y consumismo; las
noticias muestran irresponsabilidad y corrupción; acciones gubernamentales y sistemas de
justicia que burlan los derechos humanos; grupos, personas y entidades donde el
respeto por la dignidad humana se pisotea con maltrato, discriminación,
desempleo y mil atrocidades mas.
En Televisión por ejemplo, cada minuto se ve una
imagen de violencia, actos delictivos, escenas de pasiones bajas, intriga, calumnias, estafas, engaños, traición,
maltrato infantil, rompimiento familiar y mil cosas negativas, que por su
repetitividad y calidad en la producción del mensaje y la imagen calan hasta
los núcleos de cada célula del televidente.
El ser humano, en la niñez aprende lo que vive; el adolescente
o adulto para no ir contra la corriente o inconscientemente, hace caso omiso o
se habitúa y entonces ya semejantes absurdos se convierten en algo común.
Uno de los problemas que surgen al educar a los
chicos para la vida, es que los padres no disponen del tiempo, frecuentemente están
muy cansados como para dialogar con ellos, enseñarles valores y a ser críticos para
analizar sucesos y menos para hacer seguimiento desarrollo de su personalidad y
los logros académicos.
Esperan que en el colegio hagan esto por ellos, pero
eso es improcedente por imposible, pues es responsabilidad de los padres concretar
cuáles son los objetivos y metas que quieren lograr en la formación de la
personalidad de sus hijos y hacer que los miembros de la familia los conozcan
con claridad
Es necesario que en el espacio y ambiente
familiar se cumpla un reglamento familiar elaborado con la participación de
todos, que establezca deberes, tareas, responsabilidades, niveles de autonomía,
prohibiciones, derechos, estímulos y sanciones, además, es indispensable que todos
vivencien cotidianamente los principios, criterios y valores para que aprendan
a tomar decisiones con rectitud y
sabiduría.
La mejor fórmula para educar es el amor y la
comprensión, aceptar a los hijos como son y respetar su dignidad. El motor más poderoso para educar a los hijos
es el ejemplo, la humildad para reconocer los errores, la firmeza en los
principios y la sencillez para amarlos espontáneamente.
En fin, no permitas que
te pongan al revés: Zapatero a tus zapatos, nada reemplaza al hogar ni a los
padres responsables y amorosos. Ayude a su hijo a interrelacionarse con el
mundo respetando a los docentes y cumpliendo el reglamento escolar, luego podrá
adaptarse mejor a la sociedad.