ALBA LUCIA CASTRO
Psicóloga
Uno de los factores generadores
de estrés es la falta de organización de las personas, en relación con el
tiempo, los objetos y el espacio, pues no hay cosa mas estresante que temer la
pérdida de una oportunidad, de dinero o la recriminación por haber cometido un
error causado por que no encontró el objeto que necesitaba o porque no realizó
alguna actividad a tiempo.
La cuestión es sencilla, pero el éxito depende de qué tanto Usted
desee modificar sus actitudes y forma de hacer las cosas, pues hay algunas
personas que se acomodan a las consecuencias negativas que trae el ser
incumplido y/o desordenado, de tal modo que pareciera que si no cometen el
error no obtienen la reprimenda y eso les hace falta.
Probablemente no aprendieron en
su niñez y adolescencia a ser ordenados ni organizados, por tanto ese “vicio” o
defecto es parte de su personalidad, por lo cual no son conscientes de sus
desaciertos y si intentan cambiar se sienten inseguros, por eso se resisten a
cambiar su actitud y a desarrollar la habilidad de manejar el tiempo y el
espacio, es decir, no están dispuestos a ser ordenados y organizados.
Lo primero que hay que hacer es
autoevaluarse y tomar conciencia cuándo está siendo desorganizado con el tiempo
o desordenado con las cosas. Por ejemplo, escriba desde el momento en que llega
a sus manos el recibo de la luz, fíjese que hace con éste, dónde lo coloca. Si
tiene que realizar un trabajo, escriba qué hace con la orden, dónde la ubica, y
si es verbal, qué hace para cumplir con la tarea. Así podrá caer en cuenta de
sus desaciertos.
Luego elija los lugares para
poner las cosas importantes de tal manera que queden a la vista y pueda estar
recordando lo que tiene que hacer con ellas. Una papelera de pared de dos
espacios: un cajón para las facturas que están para pagar y otra para lo ya
pagado, esto le ayudará a programar el cumplimiento de esos pagos. Archive
documentos en carpetas organizadas.
foto tomada de http://office.microsoft.com |
Una cartelera pequeña con notas a
la vista le recordará lo que tiene pendiente para hacer de manera urgente e
inaplazable. Recuerde “hacer una sola cosa a la vez” para mayor eficacia y
evitar el estrés.
La agenda le permitirá distribuir
el tiempo, para atender los centros focales vitales: actividades para cumplir
las metas trabajo; acordarse de los eventos significativos de la familia;
asignar por escrito el tiempo que dedicará a sus hijos y cónyuge, a la familia
extensa y amigos. También podrá asignar
el tiempo para su autocuidado: comer a horas fijas, ir al médico, recrearse,
descansar, dormir, ir a un spa o hacer un deporte.
Rectifique que las actividades que asigna para el mes, la
semana y el día, realmente son importantes, (lo urgente no siempre es lo más
importante). Recuerde que sus hijos, cónyuge y padres, son importantes y casi
nunca urgentes, pero usted en su vejez cosechará del amor que les ha brindado,
por eso NO lleve trabajo para la casa y dedíqueles los festivos.
Escriba en el espejo del baño el título “Cada día trae su
afán”, debajo en palabras claves todo lo que tiene que hacer en el día. En la
noche, verifique que logró realizar y analice porque le faltó o sobró tiempo
para que al otro día pueda hacer ajustes en el cronograma.
julio de 2012.
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