DENUNCIE EL ACOSO ESCOLAR
ALBA LUCIA CASTRO, Psicóloga
Septiembre
14 de 2012
El
acoso escolar, bullying o matoneo es una situación de acoso, intimidación o
victimización en la que el alumno es atacado por un compañero o grupo de
compañeros, con actos de agresión psicológica y/o física, repetitivos,
prolongados en el tiempo, para satisfacer a los agresores y además, se
evidencia un desbalance de poder entre víctima y agresor.
Las
victimas por lo general son niños tímidos, serios, juiciosos y la mayoría de
las veces algo sensibles o vulnerables. Los agresores tienen comportamientos
desafiantes y disociales y que en la medida en que afianzan su poderío aumentan
la gravedad de la agresión, muy posiblemente convirtiéndose en adultos
antisociales.
Ejemplos
de acoso que puede sufrir su hijo son: amenazarlo porque saca buenas
calificaciones o entrega sus tareas a tiempo; obligarlo a entregar dinero
diariamente, burlarse de él en público, dañarle sus objetos, obligarlo a hacer
alguna maldad a un profesor o a otro compañero, obligarlos a delinquir o consumir
drogas, darles golpizas y violarlo sexualmente.
Por
lo general, los niños se asustan mucho porque no tienen el apoyo de sus
compañeros ni de docentes y, finalmente, porque si sospechan que la victima ha
hablado con un profesor o con sus padres le darán severas golpizas o los
amenazan que lo matan a él, a sus hermanos o a sus padres.
Este
es un problema mundial que ha afectado a todo Colombia, se presenta en colegios
privados y oficiales, desde los grados iniciales de básica primaria y aumentando
el número de victimas entre los estudiantes de 5° grado en adelante. Se ha
conocido, de casos de estudiantes que han muerto en manos de los matoneadores.
Observe
si la motivación de su hijo por el estudio disminuye, se enferma o trata de
evitar ir al colegio. Observe si está triste, aislado de sus compañeros, si
tiene trastornos en el sueño como insomnio, duerme mucho o tiene pesadillas.
Revise si aparece con raspones o moretones; revise si los útiles escolares
están rotos.
Asegúrele
a su hijo de que él será protegido a toda costa, porque primero está su vida y
su salud mental y física, que juntos como familia resolverán los problemas. Investigue
de otros casos e infórmese bien para establecer la gravedad del matoneo, lo que
han hecho los docentes y directivos de la institución.
Si el caso es grave, es
probable que lo mejor sea retirar al niño de la institución, pero ponga la
denuncia amparado en las leyes de protección al menor en las instituciones y dependencias destinadas para actuar en estos casos que existan en su país,
El matoneo deja graves
secuelas psicológicas en las victimas. ¡Proteja a sus hijos! Evite que ellos tengan actitudes agresivas con otros.