LA CLAVE: ACEPTAR LA REALIDAD TAL COMO ES
ALBA LUCIA CASTRO. psicóloga, 11 de nov. 2008
Una de las mayores causas del sufrimiento de
una persona radica en la forma como vive su realidad presente, a veces las
situaciones no son tan críticas, pero si les acomodan miedos, resentimientos y
odios del pasado, terminan siendo muy difíciles de manejar.
Uno de los preceptos de la psicología
humanista, es que cada persona es responsable de su propio presente y como
responsable debe asumirlo y resolverlo de la manera que satisfaga las
necesidades, el beneficio común y solucione los problemas tanto al presente
como hacia el futuro.
A veces las personas complican la situación
más de lo debido porque a la causa real
del problema, le añaden muchas otras cosas de fondo, que al final pasan a
confundir cuál es el asunto realmente importante que se debe afrontar. Un
ejemplo son las actitudes de las personas “cantaletosas” que terminan
relacionando su “cantaleta del pasado” con situaciones que nada tienen que ver.
Es importante entonces, tomar conciencia de
la realidad del problema, llamar las cosas por su nombre, tener claridad de los
reales hechos presentes, las causas reales y las consecuencias reales, (la
repetición vale para hacer énfasis). Lo que no se solucionó en el pasado, no
debe allegarse para confundir el presente.
Para que la situación quede realmente
resuelta, es importante tomar conciencia de los aspectos holísticamente, es
decir: no solo los pensamientos, sentimientos, emociones, sino también las actitudes,
prejuicios, creencias; la influencia
cultural y social; y las condiciones ambientales de todas las personas involucradas
en el conflicto.
Es importante reconocer cuáles de esas
creencias, actitudes y prejuicios son irracionales y no pertinentes en la situación, quizás se
presenten actitudes de polarización
excesiva por reacción, por ejemplo, entre mas le prohíban algo, el otro más lo
hace por rebeldía. Estos factores entorpecen la solución de los problemas y generan
nuevos conflictos.
En toda situación las personas buscan la
manera lograr el equilibrio, sin embargo algunas optan por mecanismos de
defensa que no son los mas aptos; por ejemplo evaden, agreden a otros o se
autoagreden, la forma mas drástica de autoagresión en el suicidio, pero la
mayoría se enferma poniendo en riesgo su vida, por ejemplo, con tensión alta,
que les puede producir infartos o aneurismas (derrames cerebrales). La
enfermedad puede ser el grito de alarma de un conflicto no solucionado.
Dos recomendaciones especiales para la
solución de conflictos, fundamentadas en la psicología Gestalt de enfoque
humanista, son:
1. Asumir la
responsabilidad que le compete en el conflicto, aceptando que sus conductas son
parte de las causas del problema, pero también
pueden serlo de la solución
2. Enfrentar
las situaciones como experiencias de aprendizaje y crecimiento personal. Dejar
de preguntarse por qué me sucede, sino acudir a “cómo sucede” para comprender
la situación, afrontarla adecuadamente y aprender la lección
Recuerde que el fin del diario vivir es
lograr la paz consigo mismo y con los demás.
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