lunes, 16 de julio de 2018

LA FELICIDAD, ¿NO EXISTE?

LA FELICIDAD, ¿NO EXISTE?

ALBA LUCIA CASTRO SOTO, Psicóloga.  Noviembre 2 de 2017

Pensamos que la felicidad viene de afuera, y pues si bien es cierto las alegrías que nos proporcionan las personas, cosas y sucesos, pueden ser maravillosas, pero pueden tener un tiempo

El deseo es el origen de los sentimientos, las emociones y también de la felicidad. Porque todo deseo contiene pensamientos y juicios, empezando por el motivo del deseo, para que, y por qué desea tal cosa, acto seguido vienen los planteamientos de cómo lograrlos, con qué, cuándo y con quienes, entre otros detalles.

Hay gente que desea demasiadas cosas que pueden llegar a ser inútiles, vanas, efímeras y hasta dañinas, cuyo motivo es egocéntrico, subjetivo y narcisista, es alcanzar poder, dinero, aumentar el ego y vivir del placer, pero puede convertirse en una obsesión y entre más logran más quieren, entonces no hay límites ni existen los derechos de los demás, pueden cometer cualquier cantidad de atropellos contra otros.

Por el contrario, hay personas cuyos deseos son tan concretos, pequeños y escasos, son conformistas y se pierden de oportunidades de tener mejor desarrollo personal y calidad de vida.

El criterio sobre felicidad puede ser el regulador de los deseos, si la felicidad se centra en el tener objetos por tenerlos, pues la novedad pasa y el objeto sufre su evolución y se acaba la alegría. Creer que la felicidad es tener pareja o tener hijos, pues es bien discutible, porque nadie le pertenece a nadie y las relaciones requieren la construcción diaria y afrontar muchos retos para que funcionen.

Creer que la felicidad no existe, es negarse a la posibilidad de tenerla. La felicidad está en su mente y en su corazón. Ud. decide que hacer para ser feliz.

Si la felicidad es un estado interior, espiritual, es estar en paz consigo mismo, con los demás y con el universo, sería la guía sabia, para filtrar los deseos y responder con objetividad y realismo el para qué y por qué y por ende para planear como lograr el deseo, controlar impulsos, obrar rectamente, ser coherente, justo, prudente y responsable, así como tener mejor capacidad para afrontar las frustraciones.

Qué contribuye más a esa paz interior: ¿desear un carro último modelo para no quedarse atrás de los amigos y compañeros de trabajo, por lo cual, tendrá que hacer grandes sacrificios y como dice el dicho: “comer yuca y aparentar que fue caviar”, o comprar un vehículo de buena calidad, que sirva para lo que necesita la familia y que este dentro del presupuesto, quizás con un poquitín de esfuerzo?

La felicidad requiere una gran capacidad para ver la realidad y ser proactivo; comprender las personas y las lecciones que dejan los problemas, dejar el pasado en el pasado, vivir el presente responsablemente pensando en las consecuencias que sus decisiones tienen ahora y en el futuro.

Para sentirse feliz, como mínimo, necesita tener equilibrio en su autoestima y autocontrol, tener activa su evolución espiritual, acatar y respetar las leyes universales y humanas; reconocer que la gente y el mundo cambian, ser observador para afrontar la realidad tal como es, disfrutar de lo que le rodea y ser agradecido.

Ud. decide cómo vivir y sentirse hasta que su espíritu se desencarne, recuerde que no se lleva a nadie ni nada.

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