CUENTO DE HOMBRES PARA MUJERES
Alba Lucia Castro Soto. PSICOLOGA, 25/10/2009
En el pueblo de Yonofui, se realiza un bazar en el parque, en un sitio
estratégico se encuentran los hombres disponibles, es decir solteros, viudos y
divorciados, de todas las edades, oficios y estratos. Su plan es intentar
elegir entre las asistentes una mujer con quien puedan compartir el resto de
sus vidas.
Son las 10 de la mañana y aparece Eugenia la desgreñada,
poco femenina, enfundada en un jean viejo, el pelo grasiento y la cara
desteñida. Juan dice, esa mujer es inteligente, pero así como se viste
mantendrá la casa y la vida...
¡Pero mire quién viene allí!, repintada como un payaso,
con tantos colgandejos que parece venta ambulante, se pavonea cual modelito de
fabrica de jeans mostrando la “llantería”, tan abajo que si no se afeita se le
ve el bigote y si se agacha se le sale la lechería. A lo que responde otro, esa
mujer muestra lo que vende porque adentro es hueca y vacía... Queda
descalificada, contestan en coro.
Ahí viene doña Teresa la amargada dueña de la droguería, tendrá dinero,
buena para los negocios, organizada, inteligente, bonita, pero demasiado
exigente, dominante e inflexible.... Vivir con ella será un infierno, mejor que
siga sola.
Lástima Eduviges, excelente profesional, bonita, inteligente, buena
hija, buena madre, pero no se le puede sonreir porque ya está enamorada y a la
primera salida, ya está en la cama.
Igual que su amiga Margarita, quien, además, a la tercera salida ya está
hablando de matrimonio... ¡Quedan descartadas!
¿Que opinan de la reina de la feria? se cree más bonita e importante de
lo que es, no sé si es más coqueta o interesada, si hueles a billete se te
acerca y si no te rechaza. ¡Que se busque un millonario que la mantenga!
Nadie como Rochy, con esa cara de “no rompo un plato” y voz de niña
huérfana desamparada, ahí donde la ve es una asolapada, “casquisuelta” que se
aprovecha de los hombres generosos y protectores y, además, cree que nadie sabe
nada. ¡Dios nos libre de caer en sus manos! Gritan en coro
Allá viene la mía!!! dice Jorge. Esa mujer femenina y de
buen gusto para vestir, tiene claro lo que quiere de la vida, es serena, alegre
y muy respetable. Sabe lo que vale, pero es sencilla y transparente, con ella
sabe uno a qué atenerse. Tiene buenos principios y valores, es la madre
perfecta para mis hijos..
¡Un momento! Esa es la mía, dice Beto. Es organizada, sabe
hablar sin pelear ni cantaletear, tiene grandes proyectos y aspiraciones. No!
Esa es la mujer de mis sueños, dice Alirio, es tierna, pero no boba, es
prudente y leal, sabe exigir y es aterrizada al amar. ¡Nooooo, esa mujer es
para mí! dicen Carlos, David y Moisés
¿Sabías que en cada lugar hay hombres que te miran y
analizan sin hablar?
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