ALBA LUCIA CASTRO, psicóloga
Cuando los padres
son autoritarios o demasiado sobreprotectores los hijos se pierden la
posibilidad de desarrollar su autonomía y autocontrol, porque quienes mandan y
quienes controlan sus comportamientos son los padres.
Si Ud tiene que
decidir algo, decídalo por Ud mismo, no acepte que otros decidan por usted. Si
le dan una orden, Ud tiene la libertad de elegir por su propia convicción si
cumple la orden o no. Eso se llama obediencia reflexiva o autónoma.
Lo primero que
Usted tiene que analizar es si lo que va a hacer es permitido por las leyes
divinas, naturales, del estado y normas de la institución, empresa, familiares
y sociales. Si es algo que no esta permitido, que es prohibido, no debe hacerlo
porque tendrá problemas, quizás pagará muy caro su error.
El segundo paso, es
indagar de manera profunda y en varias fuentes qué es lo que se va a hacer,
cuáles son los motivos o razones y que se busca obtener con lo que se va a
hacer. Pregunte cuales serán las consecuencias a corto, mediano y largo plazo.
Esta información le
permitirá saber cuál es el beneficio que se obtendrá y quienes serán los
beneficiados. Igualmente podrá saber, si es mayor el beneficio que el costo en
tiempo, esfuerzo, dinero y otras inversiones, porque si nadie se beneficia
¿para que lo hace? Y si “sale mas caro el caldo que los huevos” para que va a
perder?
En tercer lugar,
analice la forma en que se va a hacer, porque las cosas se hacen bien hechas o
no se hace nada. Analice primero cuáles son los pasos, las actividades, los
recursos que necesita, con quienes, dónde y cómo se hace, para que no pierda
tiempo, esfuerzo ni dinero.
Y por último, póngase
en contacto con sus sentimientos y emociones, pregúntese si se siente bien
haciéndolo, si lo hace por su propia convicción y deseo o se siente manipulado,
presionado. Acaso tiene miedo?
Si presiente que
algo va a salir mal, que mas adelante se arrepentirá….. Pues vuelva a comenzar
en el punto 1 y si al volver a este cuarto punto se siente igualmente inseguro,
mejor no lo haga, porque estará estresado, quizás no tendrá paz ni ahora ni
nunca, porque siempre se recriminará haberlo hecho.
Si un niño aprende
a decir NO sin sentirse culpable
desde pequeño, estará menos expuesto a ser manipulado por delincuentes,
proxenetas, pedófilos y afrontará mejor los problemas cotidianos.
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