¿QUIERE QUE SU HIJO TRIUNFE?
ALBA LUCIA CASTRO
Psicóloga. Abril 2012
Cada quien tiene lo que se merece y es lo que quiere ser.
Los sueños sin acción no son sino meras ilusiones, por tanto no basta con tener
pensamientos optimistas, visualizar las metas y rezar novenas al santo de su
devoción, si no planea, coordina
esfuerzos, tiempo, recursos y además trabaja con tesón y perseverancia por lo
que desea.
Los niños sobreprotegidos, que todo lo tienen solucionado,
no tienen más responsabilidad que las tareas escolares y les dan todo lo que
piden, crecen creyendo que todo es fácil, que las cosas caen del cielo.
Otros, podrían ser o no ser boyantes económicamente ni
sobreprotegidos, pero son niños abandonados al azar, hijos de padres ausentes,
quienes no saben que hacen, piensan o sientes sus hijos, niños que llegan a
casa y no encuentran con quien hablar y se duermen sin haber tenido la
oportunidad de sentir que ellos son importantes para alguien por lo que son:
simplemente un niño necesitado de
atención y cariño
Un tercer grupo son los niños que tienen padres demasiado
controladores, dominantes, autoritarios, pues no permiten que el niño aprenda a
pensar y a tomar decisiones, tampoco le dejan espacio para desear, ser
creativo, recursivo y responsable de sus propios actos, pues siempre hace lo
que le ordenan.
Estos tipos de niños cuando no obtienen lo que quieren como
su capacidad de tolerancia a la frustración es débil, la virtud de la responsabilidad
no se ha desarrollado adecuadamente, podrían caer en dos extremos: o buscan
satisfacer a toda costa sus deseos o se sienten crónicamente frustrados por su
fracaso.
Quienes obtienen lo que quieren a toda costa, hacen cosas
incorrectas como sobornar, manipular y amedrantar a sus padres con berrinches;
mas adelante matonean a sus compañeros y si continúan en la misma tónica, pues
podrían ser aquellos adultos corruptos, negociantes de cosas ilícitas,
vividores, oportunistas y manipuladores de los más débiles, ingenuos,
necesitados o confiados.
Los frustrados crónicos, se vuelven conformistas,
pusilánimes, viven soñando y hablando de castillos de oro, pueden llegar a aparentar
lo que no son, envolverse en sus propias
mentiras, llegar a ser mitómanos, resentidos sociales, asolapados o mediocres.
Si quiere que su hijo triunfe es conveniente entonces:
·
No le de todo lo que pida. Motívelo a que
trabaje y se gane por méritos o con ahorros de su mesada juguetes o cosas que
para el son importantes, obviamente que no sea techo, comida, salud, educación
o vestido porque el niño tiene derecho a tenerlos y es obligación de los padres
cubrir las necesidades vitales del niño y adolescente.
·
Asígnele otras responsabilidades a la medida de
su desarrollo físico, psicológico e intelectual
·
Escúchelo, apóyelo en sus iniciativas, estimule
su creatividad y perseverancia para resolver sus problemas y para realizar sus
tareas.
·
Separe el amor del dinero y las cosas
materiales. Separe el amor de los errores de los hijos
·
Recuerde que su hijo requiere a diario atención,
comprensión, respeto, trato amoroso y orientación.
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