¿SE
LE TERMINA EL CONTRATO Y NO LO VUELVEN A LLAMAR?
Alba
Lucia Castro, psicóloga, junio 2015
Hay personas que consiguen trabajo, pero
cuando se le termina el contrato no los vuelven a llamar y no propiamente
porque ya no hay más oportunidad. Simplemente, llaman a otro para reemplazarlo.
Sepa que no basta abrir la puerta para entrar, sino saber comportarse para que
al salir esta quede abierta para otra oportunidad. Analice cuál podría ser la
causa para que sutilmente prescindan de sus servicios.
Muestra escasos conocimientos o muy
especializados, pero sobre todo una actitud conformista, no se interesa por
aprender nuevas cosas para hacer sugerencias, mejorar su método, organización y
utilización de los recursos y equipos. O para innovar y adaptarse a los
cambios. Quizás sabe pero no pone al servicio de la empresa todo lo que sabe.
Es de autoestima baja, tímido, reservado, con
sentimientos de inferioridad e inadecuación, que frenan su espontaneidad para
actuar y comunicarse de manera honesta, oportuna y adecuada. O autoestima
sobrevalorada, que genera en Ud. actitudes de superioridad por lo que con sus
sátiras, críticas y lecciones de sabiduría, humilla y ofende a los demás.
Quizás puede sentirse demasiado sobrado, no
le gusta que lo manden y se molesta con el ejercicio del seguimiento,
evaluación y control de sus jefes. Además, no pide opinión, ni ayuda, tampoco
informa que es lo que hace, irrespetando de esta forma a sus jefes e
interfiriendo en el trabajo en equipo y en el engranaje del sistema
organizacional.
Si está en un cargo de jefe, es probable que
su liderazgo no sea administrativo, objetivo y constructivo. Tal vez sea
autoritario, pisotea la dignidad, la capacidad, conocimientos y experiencia de
sus colaboradores, los humilla y esclaviza ignorando que son personas,
con sentimientos, sus propios problemas, deseos y necesidades. O quizás es tan
blandengue que no ejerce autoridad.
Quizás es oportunista, vividor y vive de
apariencias. Busca sacarle tajada a todo, primero están sus intereses que los
de la empresa y los de las personas que trabajan con Ud. Se las da de excelente
amigo de todos, pero manipula, amenaza, intriga, disocia, genera chismes y
rumores, mientras aparenta ser el trabajador más avispado y eficiente.
Tal vez sea demasiado sensible e inestable
emocionalmente, mezcla trabajo con problemas personales y familiares, puede
sentirse paranoico, entrar en depresión, euforia y pelear sin razón, por lo que su rendimiento laboral, el acato a
la autoridad y las relaciones interpersonales dependen de su estado emocional,
lo cual genera mal clima laboral y conflictos.
Finalmente, Ud. puede ser muy buena persona,
equilibrado y amable, pero flojo para trabajar, se dedica a realizar lo que
alcance a hacer durante la jornada, pausadamente, sin esfuerzo de modo que cada
vez hace menos o con menos calidad y se relaja cuando el jefe no está.
En síntesis, hay que hacer algo más de lo que
se espera de Ud. para darle valor agregado a sus servicios de modo que produzca
deseo de tenerlo como jefe, compañero o colaborador.
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