miércoles, 21 de diciembre de 2016

ACOSO ESCOLAR, BULLYNG, MATONEO

DENUNCIE EL ACOSO ESCOLAR
ALBA LUCIA CASTRO, Psicóloga
Septiembre 14 de 2012

El acoso escolar, bullying o matoneo es una situación de acoso, intimidación o victimización en la que el alumno es atacado por un compañero o grupo de compañeros, con actos de agresión psicológica y/o física, repetitivos, prolongados en el tiempo, para satisfacer a los agresores y además, se evidencia un desbalance de poder entre víctima y agresor.

Las victimas por lo general son niños tímidos, serios, juiciosos y la mayoría de las veces algo sensibles o vulnerables. Los agresores tienen comportamientos desafiantes y disociales y que en la medida en que afianzan su poderío aumentan la gravedad de la agresión, muy posiblemente convirtiéndose en adultos antisociales.

Ejemplos de acoso que puede sufrir su hijo son: amenazarlo porque saca buenas calificaciones o entrega sus tareas a tiempo; obligarlo a entregar dinero diariamente, burlarse de él en público, dañarle sus objetos, obligarlo a hacer alguna maldad a un profesor o a otro compañero, obligarlos a delinquir o consumir drogas, darles golpizas y violarlo sexualmente.

Por lo general, los niños se asustan mucho porque no tienen el apoyo de sus compañeros ni de docentes y, finalmente, porque si sospechan que la victima ha hablado con un profesor o con sus padres le darán severas golpizas o los amenazan que lo matan a él, a sus hermanos o a sus padres.

Este es un problema mundial que ha afectado a todo Colombia, se presenta en colegios privados y oficiales, desde los grados iniciales de básica primaria y aumentando el número de victimas entre los estudiantes de 5° grado en adelante. Se ha conocido, de casos de estudiantes que han muerto en manos de los matoneadores.

Observe si la motivación de su hijo por el estudio disminuye, se enferma o trata de evitar ir al colegio. Observe si está triste, aislado de sus compañeros, si tiene trastornos en el sueño como insomnio, duerme mucho o tiene pesadillas. Revise si aparece con raspones o moretones; revise si los útiles escolares están rotos.

Asegúrele a su hijo de que él será protegido a toda costa, porque primero está su vida y su salud mental y física, que juntos como familia resolverán los problemas. Investigue de otros casos e infórmese bien para establecer la gravedad del matoneo, lo que han hecho los docentes y directivos de la institución.

Si el caso es grave, es probable que lo mejor sea retirar al niño de la institución, pero ponga la denuncia amparado en las leyes de protección al menor en las instituciones y dependencias destinadas para actuar en estos casos que existan en su país,   

El matoneo deja graves secuelas psicológicas en las victimas. ¡Proteja a sus hijos! Evite que ellos tengan actitudes agresivas con otros.

AUTOCONTROL EMOCIONAL DESDE LA NIÑEZ

¿COMO ENSEÑAR AUTOCONTROL EMOCIONAL AL NIÑO?
ALBA LUCIA CASTRO, psicóloga, 12 dic 2012

Para los niños es bastante difícil manejar la frustración, la ira, la tristeza y la incertidumbre, entre otras tantas emociones a las que poco a poco se van enfrentando. Su mejor apoyo es mamá y papá, pero cuando el problema es con ellos, aún es más complicado manejarlos.

La vida no es color de rosa, sino un rosal lleno de espinas, por eso a los niños no se les debe dar gusto en todo lo que piden ni satisfacerles todos los caprichos. Lo peor que pueden hacer los padres es fijarse como meta que sus “hijos no sufran lo que a ellos les tocó” porque tras este criterio les sobreprotegen y les dan mucho más de lo que necesitan.

Todo ser humano necesita tener normas y limites para sentirse seguro del camino que debe tomar. Si todo lo que pide le es concedido, aprenderá a recibir pero no a dar, mas cuando no le den o se le presente un obstáculo, además de no controlar sus sentimientos negativos, podrá llegar a ser tirano, a atropellar los derechos de otros, (chantajear, manipular, golpear, robar o incluso matar) con tal de conseguir lo que quiere.

Es natural del humano sentir necesidades las cuales le sirven de motivación para pensar, tomar decisiones y encauzar sus acciones al logro de la satisfacción de la necesidad. Un niño sobreprotegido no aprenderá a responsabilizarse de si mismo porque no sabrá que hacer con una necesidad si otro no se la satisface. Probablemente puede llenarse de ira, envidia, resentimiento y ser agresivo o sufrir depresiones.

Cuando el niño no obtiene lo que desea o las cosas le salen mal, necesita ser escuchado, comprendido, recibir orientación y consejos ética y moralmente rectos. Debe aprender a descargar las emociones negativas quizás golpeando una almohada, llorando, respirando profundo mientras da una caminata o ejercitando algún método de relajación y meditación.

El niño debe comprender que el mundo es tal como es y que el éxito en la vida es afrontar los problemas de manera inteligente, para lo cual debe serenarse primero, luego analizar objetivamente causas, hechos y consecuencias; plantearse alternativas de solución; elegir la mas conveniente y convertir el problema en un proyecto de solución en el cual trabajará con entusiasmo y perseverancia. 

También es importante que el niño aprenda que no siempre existe la posibilidad de lograr la solución ideal, pues a veces toca escoger entre lo menos peor o simplemente adaptarse a la realidad, mientras no atente contra su vida física o mental y si es el caso de una situación cruel, el niño debe saber que es necesario tener fe en si mismo, en su Creador y luchar por su supervivencia.

El criterio principal para definir entre las alternativas de solución, es que en la vida nada es totalmente malo ni absolutamente bueno, nada es perfecto y nadie es totalmente sabio; que las cosas se encuentran en diferentes matices, y que en medio de las peores situaciones es conveniente encontrar algo bueno y reconfortante, así sea el amor en el fondo de su corazón y recuerdos e ilusiones en los secretos de su mente.

Otro criterio sano que debe aprender es que el tiempo a veces es el mejor amigo, lo cual implica directamente aprender a ser paciente y tener fe en que en algún momento mejorará la situación.


También es importante que aprenda a separar el problema de las otras personas y situaciones que le rodean, pues si generaliza la negatividad se agrandará el problema al punto de  volverlo imposible de resolver. “Recuerde que educar es preparar para la vida”

IMPORTANCIA DEL EQUILIBRIO Y ARMONIA EN LA VIDA

¿POR QUE NO ES FELIZ?
ALBA LUCIA CASTRO, psicóloga, sept 2009

La ley de la polaridad dice que todo existe porque existe su opuesto, la luz existe porque hay oscuridad, a la noche la sigue el día, hombre mujer, amor odio…

Un día mi abuela mientras pesaba papa me dijo, mija observe para que lado se inclina la balanza, si es para el tejo de hierro, quiere decir que el cliente pierde, si se inclina para la papa, yo pierdo. Hizo una pausa y continuó: “Así es en la vida: todo extremo es malo, por eso siempre hay que buscar el equilibrio”.

Si Usted es demasiado generoso con su tiempo en el trabajo, los amigos y vecinos lo exprimen de tal modo que Usted se queda sin tiempo para descansar, comer, pensar, organizar sus cosas y tampoco podrá crecer en sus diversas dimensiones, por el contrario corre el riesgo de sufrir fatiga, estrés y terminar enfermo y despreciado porque ya no sirve como antes.

Si usted es muy gozón, vago y medio y vividor, llegará el día que todo el mundo se harte de su irresponsabilidad y de los abusos suyos, quedará solo y nadie le tendera la mano cuando de verdad la necesite, entonces se dará cuenta que ha perdido miles de oportunidades de ser autosuficiente y líder de su propia vida.

En fin, para lograr equilibrio hay que hallar el rango medio, ni tanto que queme al santo ni tan poco que no lo alumbre. Mas el equilibrio no basta para ser feliz, pues el equilibrio debe ser en todos los campos vitales para que haya armonía.

No se puede ser feliz si tiene equilibrio en la responsabilidad del trabajo, mas es irresponsable frente a la familia. Tampoco podrá ser feliz si es cuidadoso con sus propiedades pero descuidado con su propia salud física y mental. Que gana con tener todo lo que necesita materialmente si espiritualmente no tiene criterios rectos y viola los derechos de los demás.

En síntesis, la armonía se logra en la medida en que se aplican los criterios éticos y morales rectos, se respetan los derechos de los otros y se ejercen los derechos y deberes ecuánimemente en todos los campos vitales: si mismo, familia, amigos, trabajo, dinero, propiedades, estado, universo, sociedad y Ser Creador de su Vida.

La felicidad es un estado en el que la persona se encuentra en paz consigo misma porque no le debe nada a ninguno, porque no guarda remordimientos ni resentimientos, porque puede dormir cada noche sin el peso de la conciencia de sus errores irreparables y sin el sabor amargo de estar pagando un merecido castigo.

La clave para encontrar la felicidad es empezar por revisar sus criterios, pues las ideas rectoras de sus actos deben propiciar su crecimiento personal, su bienestar y la armonía en sus relaciones con personas y entes de su entorno. “Usted es el único responsable de su felicidad, éxito o fracaso e infelicidad”

¿COMO SOLUCIONAR CONFLICTOS?

LA CLAVE: ACEPTAR LA REALIDAD TAL COMO ES
ALBA LUCIA CASTRO. psicóloga, 11 de nov. 2008

Una de las mayores causas del sufrimiento de una persona radica en la forma como vive su realidad presente, a veces las situaciones no son tan críticas, pero si les acomodan miedos, resentimientos y odios del pasado, terminan siendo muy difíciles de manejar.
Uno de los preceptos de la psicología humanista, es que cada persona es responsable de su propio presente y como responsable debe asumirlo y resolverlo de la manera que satisfaga las necesidades, el beneficio común y solucione los problemas tanto al presente como hacia el futuro.
A veces las personas complican la situación más de lo debido porque a la causa real del problema, le añaden muchas otras cosas de fondo, que al final pasan a confundir cuál es el asunto realmente importante que se debe afrontar. Un ejemplo son las actitudes de las personas “cantaletosas” que terminan relacionando su “cantaleta del pasado” con situaciones que nada tienen que ver.
Es importante entonces, tomar conciencia de la realidad del problema, llamar las cosas por su nombre, tener claridad de los reales hechos presentes, las causas reales y las consecuencias reales, (la repetición vale para hacer énfasis). Lo que no se solucionó en el pasado, no debe allegarse para confundir el presente.
Para que la situación quede realmente resuelta, es importante tomar conciencia de los aspectos holísticamente, es decir: no solo los pensamientos, sentimientos, emociones, sino también las actitudes, prejuicios, creencias; la influencia  cultural y social; y las condiciones ambientales de todas las personas involucradas en el conflicto.
Es importante reconocer cuáles de esas creencias, actitudes y prejuicios son irracionales y  no pertinentes en la situación, quizás se presenten  actitudes de polarización excesiva por reacción, por ejemplo, entre mas le prohíban algo, el otro más lo hace por rebeldía. Estos factores entorpecen la solución de los problemas y generan nuevos conflictos.
En toda situación las personas buscan la manera lograr el equilibrio, sin embargo algunas optan por mecanismos de defensa que no son los mas aptos; por ejemplo evaden, agreden a otros o se autoagreden, la forma mas drástica de autoagresión en el suicidio, pero la mayoría se enferma poniendo en riesgo su vida, por ejemplo, con tensión alta, que les puede producir infartos o aneurismas (derrames cerebrales). La enfermedad puede ser el grito de alarma de un conflicto no solucionado.
Dos recomendaciones especiales para la solución de conflictos, fundamentadas en la psicología Gestalt de enfoque humanista, son:
1.    Asumir la responsabilidad que le compete en el conflicto, aceptando que sus conductas son parte de las causas del problema, pero  también pueden serlo de la solución
2.    Enfrentar las situaciones como experiencias de aprendizaje y crecimiento personal. Dejar de preguntarse por qué me sucede, sino acudir a “cómo sucede” para comprender la situación, afrontarla adecuadamente y aprender la lección

Recuerde que el fin del diario vivir es lograr la paz consigo mismo y con los demás. 

LOS VIEJOS NECESITAN SER CUIDADOS COMO LOS NIÑOS

LOS VIEJOS SON COMO LOS NIÑOS
ALBA LUCIA CASTRO, psicóloga, octubre 2009

La ley de la evolución es inclemente con la vida humana. Nacemos, crecemos y logramos el máximo desarrollo físico a los 25. De ahí hasta los 50, la maquina funciona sin mayor esfuerzo. Después, depende de los cuidados que se hayan tenido y los que se tengan, pero a los 70 definitivamente la máquina ya no es igual.

El estilo de vida, los principios y valores influyen muchísimo en el caminar por la vida. Algunos caminaron a tropezones, otros sobre alfombras mágicas y la mayoría sorteando los momentos críticos con fe, esperanza y el amor de los suyos.

Cada arruga es una señal de las batallas. Las canas son símbolo de que la maquina ya no está generando la misma cantidad de células nuevas que reemplazan a las que mueren. La mirada indica los sentimientos que se guardan y las huellas plasmadas en el alma…..

Los viejos ya no tienen fuerzas, se mengua su capacidad de autonomía y esto afecta su autoestima; se vuelven frágiles como los niños. Duele entonces perder el autocontrol y sentirse preso en un cuerpo que ya no responde igual que en la juventud, la frustración puede presentarse con mas frecuencia y disolverse con mas dificultad y lentitud.

Ahora tienen mas tiempo para enfrentarse consigo mismos, con su vejez, con sus frustraciones, con sus dolores físicos y morales…. Con su cruda realidad de no ser el joven trabajador exitoso o la supermamá indispensable para hijos y vecinos……

El dolor de ser viejo aumenta cuando los hijos con sus actitudes de rechazo, burla, o abandono los hacen sentir como viejos decrépitos, inútiles y estorbosos, desconociendo que  ellos fueron quienes les dieron la vida.

Quizás el viejo(a) no haya sido el mejor padre o amigo, pero qué mas da si volver atrás para reparar el daño no es posible. Los hijos no tienen derecho a juzgar a los padres, tampoco a castigarlos con la indiferencia y el abandono, pues como no hay nadie perfecto, la comprensión y el perdón son el mínimo acto humano debido. 


Así como los padres deben proteger y velar por el bienestar y el desarrollo de sus hijos, los hijos deben proteger y velar por el bienestar de sus padres, deben brindarles una calidad de vida digna mientras les llega el día de la muerte.

Los hijos deben “Honrar a padre y madre” por el simple hecho de llevar su sangre en las venas y mucho mas cuando recibieron amorosos cuidados y se percataron de los esfuerzos que sus viejos hicieron para prepararlos para la vida. 


¿Confiaría Usted en alguien que no trata con respeto a quienes le dieron la vida? 

INTELIGENCIA EMOCIONAL: SABER O SENTIR BIENESTAR

Que vale más ¿saber multiplicar o sentir bienestar integral?
ALBA LUCIA CASTRO, psicóloga, julio 18 de 2013

Todos los niños tienen el derecho a sentir bienestar, seguridad y protección en todos los lugares, especialmente en su institución educativa. Sin embargo, hay niños a quienes les toca afrontar duras realidades que interfieren en su bienestar. 


Los niños que siendo normales intelectualmente, pero tienen algún trastorno de aprendizaje, discapacidad física,  ansiedad social o cualquier otro trastorno del desarrollo, sufren en silencio una serie de frustraciones al darse cuenta que están en desventaja frente a los otros niños, lo cual causa menosprecio por sí mismo.

Cuando los padres y profesores los regañan y cuando sus compañeros hacen comentarios ofensivos y críticas negativas porque su rendimiento es bajo, para estos niños son como golpizas psicológicas; además algunos niños son duramente castigados o golpeados físicamente, sin comprender sus dificultades.

Estos niños por lo general no son escuchados cuando dicen que no pueden, que no entienden o que les cuesta trabajo, entonces menguan su autoconcepto académico y su autoestima, sienten una profunda tristeza, se aíslan y se retraen para evitar al máximo las burlas, criticas o exponerse a cometer errores, lo cual no solo interfiere en su desarrollo emocional sino también en el social.

Sucesos como accidentes, enfermedades cardiacas, diabetes, epilepsia o cualquier otra enfermedad medianamente grave o severa pueden hacer que el niño se desmoralice, sienta que no vale la pena estudiar ni esforzarse porque es probable que su muerte esté cerca y entra en depresión, pero como tiene que enfrentar la realidad cotidiana puede afrontarla con rebeldía y agresividad.

En estos casos los niños se vuelven susceptibles, malgeniados, callados, llorones, inseguros, indecisos, tercos, tienen pesadillas, cambian rápidamente de estado de ánimo, pueden sufrir trastornos alimenticios, como comer en exceso y otros días no comen prácticamente nada.

Los niños con estos problemas necesitan mucha comprensión por parte de familiares y amigos, necesitan constantemente escuchar expresiones de amor y que les hagan ver que tienen otras habilidades, cualidades, comportamientos  y acciones buenas.

Requieren en lugar de castigos y golpes, muchos abrazos, besos sentir que son importantes, oír frases de aliento y de esperanza que les convenzan de que sus esfuerzos valen y que poco a poco las cosas mejorarán

Para ellos son una bendición: Los  buenos amigos que los distraigan y les colaboren. Los profesores que los califiquen de acuerdo a las capacidades de ellos y no comparándolos con los otros. Docentes y padres que les tengan paciencia y los acepten tal como son


Para estos niños es más importante sentir bienestar integral que saber multiplicar. 

Consecuencias de autoridad ambivalente

AUTORIDAD AMBIVALENTE: HIJOS INCOHERENTES
ALBA LUCIA CASTRO Psicóloga, dic 21 de 2016

Cuando los padres tienen criterios diferentes sobre el amor y la educación de los hijos y no se ponen de acuerdo en los objetivos educativos, en las estrategias para formar su personalidad ni en la forma de aplicar la autoridad, genera en los hijos incertidumbres pero también mecanismos de defensa que conducen a formar en ellos principios, valores y comportamientos inadecuados.

Por ejemplo, un padre sobreprotector, permisivo, cuya premisa es que su hijo no sufra, procura darle más de lo que necesita, dejarlo que haga lo que desee, hacer por el las tareas escolares y de la vida, solucionarle los problemas evitando que asuma responsabilidades y consecuencias dolorosas que sirven de lecciones de vida.

La madre para compensar esta debilidad paterna podría ubicarse en el otro extremo y ser muy estricta, autoritaria, represiva, procura que asuma las consecuencias de sus actos y responsabilidades sin ofrecerle orientación ni apoyo que a veces son necesarios.

El hijo, crece en medio de una guerra de poderes. Generalmente siente que su padre permisivo es un amor incondicional y su madre autoritaria, egoísta y maltratadora.

A partir de este conflicto, empieza la incoherencia, pues el menor no puede formarse unos criterios certeros y firmes sobre los diversos asuntos vitales como la importancia del estudio, del amor por sí mismo y por el prójimo, el valor del trabajo y del dinero, el manejo del poder, cómo acatar órdenes, normas y respetar la autoridad y en consecuencia no logran ser asertivos para comunicarse, tomar decisiones y actuar.  

La ambivalencia de la autoridad trunca un buen desarrollo de la personalidad,  autoestima, autonomía, habilidades sociales y valores éticos y morales, porque los padres se desautorizan mutuamente; por ejemplo, cuando el permisivo le dice al hijo, “no le pongas cuidado a tu madre”, mientras el autoritario vocifera que el hijo es irresponsable e inepto.

Cada caso familiar es único e irrepetible, pero en general las consecuencias no son funcionales, pues los hijos siempre presentan déficits en los elementos de juicio y criterios ambivalentes para afrontar los roles, exigencias y problemas que le presenta la vida.

Los hijos sufren ansiedad, depresión e inestabilidad emocional, pueden ser rebeldes sin causa, con comportamientos desafiantes o antisociales; otros adoptan por ser solapados, mentirosos, tramposos, oportunistas y manipuladores porque aprenden a enmascararse de acuerdo a las situaciones, se “arriman al sol que más caliente” y ejercen poder sobre el más débil.

Para ellos la vida es un infierno que no comprenden y no saben cómo manejar, no tienen una guía de principios que le de coherencia a lo que sienten, desean y hacen, toman decisiones por instintos e impulsos, los riesgos extremos, alcohol y drogas son formas de escapar del dolor psicológico e insatisfacción.

¿Quieren Uds. ver sus hijos fracasados e infelices? Nunca es tarde para cambiar.