viernes, 13 de octubre de 2017

ESTRES: ¿SERENIDAD PARA EVITAR EL ESTRÉS?

ALBA LUCIA CASTRO, psicóloga, oct 13 2017


La serenidad es la cualidad de ser apacible, sosegado, sin turbación física o moral, es indispensable para afrontar cualquier situación de manera responsable y funcional, implica la capacidad de mantener la calma, ecuanimidad y templanza para manejar y controlar instintos, emociones y pasiones, requisito para ser padre, madre, jefe o líder.

La serenidad implica tener capacidad de apertura para indagar el todo y los pormenores del asunto, saber escuchar y observar atentamente respetando las ideas, acciones y criterios de los implicados en la situación, interesándose por conocer las razones y los objetivos que persiguen.

Una persona serena es analítica y flexible, se interesa por conocer las normas, leyes y la forma que tienen otros de hacer las cosas; clarifica metas, acuerda normas, procedimientos esenciales y límites de autonomía para delegar y hacer que todos participen.

Cuando las cosas no funcionan, interroga respetuosamente para asegurarse de que el otro está encaminado hacia los resultados o para hacerle caer en cuenta lo que debe modificar.

Una persona serena, tiene seguridad en sí misma, autoestima equilibrada y la convicción de que tener autoridad o liderar un grupo no es para ejercer poder y controlar a otros, sino enseñar, dar ejemplo, orientar, apoyar, estimular y dirigir a un grupo de personas de múltiples formas de ser, pensar y sentir, para lograr metas y objetivos para el bien individual y común.

Una persona serena, sabe lo que vale, sus falencias y dificultades, no se siente ni más ni menos que los demás, es respetuoso, humilde y sencillo, jamás grita, humilla, amenaza ni tiene actitudes despectivas, se fundamenta en las normas, acuerdos, metas y objetivos para dialogar acerca de los errores que se cometen.  

Una persona serena se interesa por conocer a quienes lo rodean para reconocer su forma particular de ser, porque sabe que cada persona es única, irrepetible y que tiene su propio estilo y ritmo para pensar, sentir y hacer las cosas, que hay diferencias de edad, sexo, cultura, pero que todos al fin de cuentas son humanos.

El líder conserva su serenidad porque está convencido de que las personas de por sí actúan con buena intención y no toma como afrenta personal los errores que ellos cometen.

Una persona serena es prudente, justa y objetiva, porque controla emociones y logra coherencia entre sus valores éticos y morales, lo que siente, piensa y desea, con lo que dice y hace: Sabe cuándo hablar o callar, actuar o dejar de actuar, cambiar decisiones y lo hace de la manera adecuada y en el momento oportuno en pos del bienestar del grupo y la consecución de las metas propuestas.


Y, por último, la serenidad implica una gran capacidad de comprensión de las falencias humanas, disminuye los resentimientos y remordimientos, da fortaleza frente a las presiones. Si además la combina con buen sentido del humor, se convierte en un elemento natural contra el estrés y te hace una persona respetable y adorable. vale la pena lograrlo, ¿cierto?

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