lunes, 16 de julio de 2018

CREENCIAS Y COSTUMBRES INCIDEN EN LA SALUD



¿COMO MEJORAR SU SALUD?
ALBA LUCIA CASTRO, psicóloga, marzo 3 de 2017

La información almacenada en la mente compuesta por criterios, principios y valores, adquiridos a través de las tradiciones, junto  la influencia que se recibe del medio ambiente en el cual vivimos, puede ser un factor que conlleva a una vida sana y saludable o a la enfermedad.
Por ejemplo, creer que la marihuana fumada o comida no hace daño, es una idea irracional, mejor dicho errada. Es probable que durante los primeros años no se perciba el daño, como se percibe el de otras sustancias psicoactivas, como el bazuco que es tan destructivo. Pero científicamente está comprobado que va causando daños en las neuronas.
Otras creencias como querer tener todo bajo control, amar significa sufrir, si tengo un problema tengo que angustiarme; así como  los resentimientos, remordimientos, la envidia, soberbia y ser perfeccionista, son factores de estrés que se originan en la mente y se dirigen hacia el cuerpo, porque para iniciar, las glándulas suprarrenales aumentan la producción de cortisol y adrenalina.
El cortisol se une a los receptores en las células de grasa, el hígado y el páncreas, lo que aumenta los niveles de glucosa disponibles para la utilización por parte de los músculos. También, mientras está presente el aumento de cortisol, inhibe otros sistemas del cuerpo, incluyendo la digestión, el crecimiento, la reproducción y el sistema inmunológico.
La adrenalina aumenta la frecuencia cardíaca, la contracción muscular y hace que la respiración sea más rápida pero menos profunda. En síntesis, según la intensidad y frecuencia del estrés, podrán aparecer enfermedades.
Por eso se dice que no hay mejor opción para sanar y transformar el funcionamiento del cuerpo, que tener la mente sana, razón de más para revisar sus creencias y cambiarlas por otras más funcionales. Por ejemplo: no se quede pensando “por qué me pasó a mí”, respire profundo, serénese, ore, medite y póngase a buscar la solución. Si no tiene solución, busque lo bueno y mire como se adapta y que puede hacer para minimizar el efecto negativo del problema.
Es importante respirar lento, suave y llevar el aire hasta el fondo de los pulmones para oxigenar la sangre, así esta llevará al cerebro oxigeno que le ayudara a disminuir el estrés y en consecuencia la producción de adrenalina y cortisol.
Simultáneamente a la respiración, debe ir tomando consciencia de su cuerpo para relajar todos los músculos desde la cabeza hasta los pies o viceversa. Busque un método que le facilite relajarse, puede ser contrayendo fuertemente el grupo de músculos mientras inhala y soltándolos cuando exhala.  De esta manera podrá sentir que el estrés disminuye poco a poco.
No importa cuál es su religión, la realidad es que hay “ALGO” que no tiene principio ni fin, que originó el cosmos y al ser humano, que está presente en todo lo que existe, está en Usted y no necesita más que invocarlo y expresarle lo que siente, lo que piensa y pedirle que con su omnipotencia y omnipresencia absolutamente creativa, justa y amorosa, lo ayude a resolver la situación estresante y así, Usted descarga todo el estrés.
En la medida en que logre equilibrar las emociones con fe y esperanza y que tenga en la mente creencias realistas y positivas como creer que todo tiene una salida beneficiosa, la mente podrá  aumentar la producción de neurotransmisores que mejoran el bienestar, como la serotonina, la dopamina, la oxitocina y las endorfinas.
El organismo funcionará mejor, se sentirá más saludable y evitará enfermedades. Obviamente que también necesitará alimentarse oportuna y adecuadamente, descansar y tener un estilo de vida saludable, temas que trataremos en las próximas semanas.

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